La competencia sana y transparente al parecer aterra a los grandes señores que manejan la agenda periodística en el país, con el firme propósito de volver a la época de las licitaciones a dedo, a los amigos, sin importar que las obras se concreten finalmente.
Tal es el caso de la Autopista Ñu Guasú, cuyo emprendimiento fue blanco de fuertes críticas, fue inaugurado en diciembre pasado y beneficia a miles de conductores, en especial a los luqueños que hacen el trayendo hasta Asunción y viceversa. Pese a varios inconvenientes, el Gobierno supo dar soluciones a la gente para una mejor circulación.
El Gobierno está haciendo más de lo que se ha hecho en décadas en materia social y económica y sobre todo en infraestructura. Se están ejecutando el mayor programa de obras públicas en más de 25 años.
En la misma posición se encuentra la obra del llamado “Súper Viaducto”, cuya habilitación se prevé para finales de marzo, también fue atacado, antes, durante y sigue en la actualidad por los diferentes medios de comunicación, cuyos intereses de sus patrones se vieron afectados, lo que llevó a una lluvia de cuestionamientos sin fundamento alguno. La inversión en esta obra es de Gs. 124.210 millones y una vez concluida en su totalidad, agilizará la circulación de 65.000 vehículos que cruzan por este lugar todos los días.
El Geriátrico de San Bernardino, que se constituye en un Centro Residencial de Apoyo y Ayuda al Adulto Mayor en la ciudad de San Bernardino, con una capacidad para albergar a 175 beneficiarios, con una inversión de unos 40.000 millones de guaraníes, también fue inaugurado el pasado diciembre. Esta obra fue blanco del “zar” de los medios, que busca a toda costa denigrar la intención del Gobierno de dar soluciones rápidas y en forma a favor de la gente.
En ese mismo punto se encuentran las obras anunciadas como la de La Costanera Norte y la Ruta Belén – San Pedro.
Con estas obras de infraestructura, el presidente Horacio Cartes está demostrando que es un gobierno serio, transparente y honesto, que planifica y construye el futuro del país de acuerdo a las necesidades, a las potencialidades y a los recursos de la República, con licitaciones saneadas y transparentes, que buscan avanzar, por encima de los intereses de los potentados dueños de medios comunicación, que utilizan sus periódicos, canales y radios para desinformar y seguir lucrando con la necesidad de la gente.